Una serie de extraños sucesos comienzan a suceder en la pequeña localidad noruega de Edda, donde todos sus habitantes no son lo que parecen ser.
Carmen es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid. Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente. Carmen desarrolla rápidamente una complicidad con Lola, y ambas tratarán de llevar hacia delante su romance, a pesar de los inconvenientes y discriminaciones sociales a las que tienen que verse sometidas por su familia.
Después de que Carlos tiene la tarea de cuidar a Paola, ambos personajes deben resolver sus diferencias para que su tiempo juntos sea más placentero. A medida que pasa el tiempo, se enfrentan a lecciones sobre la confianza, el respeto mutuo y quizás el amor.....Nada que verCritica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Nada que ver
El matrimonio formado por Zhenya y Boris está decidido a divorciarse: el amor se ha acabado entre ellos y lo han encontrado en otras personas. Viviendo aún juntos, las discusiones y la poca comunicación son algo normal en esta 'familia'. Mientras su hijo Ayoshya vive esta situación frente a la pantalla de su ordenador y escondiendo sus lágrimas. Durante una última pelea, el niño desaparece. Unidos por lo que más les importa a ambos, tendrán que luchar por encontrar a Ayoshya en una búsqueda que supone un punto de inflexión en la relación de la pareja. SinCritica:Una pareja en trámite de divorcio vende su piso. Apenas se ven, cada uno ya tiene una nueva pareja y las únicas conversaciones que mantienen son violentas discusiones. Una vez que el nido sea vendido, todo se acabaría y ambos tendrían una nueva vida si no fuera por algo: su hijo. Un hijo que llegó por accidente, que nunca fue deseado ni querido, que se pasa las noches en vela llorando y que ya apenas habla. Un día, el niño sale de casa por la mañana y ya nunca vuelve. SinZvyagintsev se ha convertido por méritos propios en el cineasta ruso más admirado de nuestros días junto a Sokurov. Ya en El regreso, debut que le valió un León de Oro, trató con maestría el tema de las recomposiciones y descomposiciones familiares con un ritmo pausado y una técnica visual heredada de Tarkovski, evidente en el pasaje de la isla desierta. Pero el director no solo ha conseguido su prestigio por copiar a los maestros, sino que además ha metido el dedo en la llaga del gobierno de Putin al denunciar la corrupción de la Iglesia y el Estado con su anterior film, Leviatán, premio de la mejor dirección en Cannes. Loveless, en cambio, vuelve a centrarse en la familia y en la educación como tema principal, criticando más a la sociedad rusa que al Estado. Eso sí, al situarse la acción en 2012 no dejan de llegar ecos de la invasión de Crimea de las televisiones que los personajes escuchan. Sin
Año 2005. A un equipo de élite de las fuerzas especiales SEAL del ejército norteamericano, liderados por Marcus Luttrell (Mark Wahlberg) junto a otros tres soldados (Kitsch, Foster & Hirsch) les es encomendada una peligrosa misión, la "Operación red wing": capturar o matar a un líder terrorista talibán, Admad Shad, que se esconde en una zona boscosa de Afganistán. La llegada al punto donde localizaron el objetivo se realizó sin problemas, pero pronto la situación se complicó hasta extremos inimaginables. Lone Survivor El sobreviviente Critica:La operación Red Wings (Alas Rojas, por si las moscas) fue un dramático fracaso del ejército estadounidense en Afganistán en junio de 2005. El único superviviente, Marcus Luttrell, que da pie al título con vocación de spoiler prematuro, escribió una novela relatando tan terrible historia y, cómo no, el cine USA no ha tardado demasiado en llevarlo a la gran pantalla con la intención de retratar semejante muestra de épica y valor. El sobrevivienteando su habilidad para el cine de acción y que la crítica no le ha dado ni mucho menos la espalda. 'La sombra del reino' (2007), que también mostraba el intervencionismo americano pero en otro escenario, guarda similitudes con la película que nos ocupa en cuanto a la forma, pues su realismo y su nervio son los mayores activos de ambos films. No obstante, no son más que pulcros ejercicios de acción que cojean en su mayor parte por no dejar de ser, en suma, harto convencionales. Podría decirse que componen la trilogía particular sobre el ejército estadounidense del señor Berg. El sobrevivienteLo más destacado y memorable de la película es una larga, larguísima secuencia de tiroteo y la tensión que se respira en los momentos previos. Berg rueda con la fuerza de un Michael Mann y sus disparos resuenan con innegable espectacularidad. Es una metáfora de lo que viene a ser esta película: funciona mejor cuando se deja llevar por la acción y el suspense, por lo más físico, pero falla estrepitosamente en sus ínfulas de trascendencia, que hieden a típica americanada por los cuatro costados. Sus buenas críticas (incluso extraordinarias) al otro lado del Atlántico suenan a puro marketing del heroísmo en tiempos en que el intervencionismo made in USA está más devaluado que nunca. El sobreviviente
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