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Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) vuelve a casa después de terminar sus estudios universitarios. Es un joven que alberga un gran rencor contra la hipocresía y la corrupción de la sociedad que lo rodea. La señora Robinson (Anne Bancroft), una amiga de la familia, se encapricha de él y lo hace su amante. Pero cuando Benjamin conoce a Elaine (Katharine Ross), la hija de la señora Robinson, todo se complica…
Un matrimonio, Manuel y Adelina, disfruta de su jubilación ahora que sus tres hijos por fin viven sus propias vidas. Pero un día, por diferentes circunstancias, todos ellos regresan a casa. Manuel y Adelina tienen que idear un plan para correrlos y recuperar la paz de su hogar. Cuando los hijos regresanCritica: ‘Cuando los hijos se van’ es un título emblemático del cine mexicano, dirigida en 1941 por Juan Bustillo de Oro, narra el drama que viven unos padres de familia cuando sus hijos, por diversas circunstancias, deben abandonar el hogar, ahora la película de Hugo Lara, parafraseando el título de dicha película, narra una historia a la inversa, cuando los hijos ya adultos vuelven a la casa a incomodar a los padres.En una cena familiar, Manuel (Fernando Luján), anuncia junto a su mujer Adelina (Carmen Maura), que le ha llegado el momento de su retiro y desea disfrutar más tiempo junto a su esposa, las cosas parecen sonreírles cuando su hijo menor anuncia su próximo matrimonio y que además ha conseguido su primer empleo, por lo que por fin deberá abandonar la casa familiar.Al paso de algunos días de disfrutarse mutuamente, la pareja recibe primero a su hija Carlota (Cecilia Suárez) y nietos por un pleito conyugal, al día siguiente se aparecen por casa su hijo Chico (Erick Elías) y esposa (Irene Azuela) con el pretexto de una remodelación ante una debacle económica, y finalmente, su hijo menor Rafis (Francisco de la Reguera) es abandonado por su novia (Esmeralda Pimentel) ante su fracaso por encontrar empleo, ante ello, Manuel y Adelina deberán poner en marcha un plan para incomodar a sus hijos y que por si mismos abandonen de una vez su casa.Con un inicio alentador, donde el total protagonismo recae de manera positiva en la pareja que forman Fernando Luján y Carmen Maura, la película encuentra su mejor momento al mostrar la siempre desordenada dinámica propia de cada familia, con situaciones simpáticas que generan risas sinceras.Pero promediando el metraje el relato se empantana ante diferentes conflictos que se van insertando en la historia, lo cual provoca que Luján y Maura pierdan protagonismo y con ello la poca simpatía conseguida se evapore ante situaciones que se tornan repetitivas, llegando a una resolución donde sobresalen algunos muy evidentes huecos en el guion, además de que el desarrollo de algunos personajes es perfilado como si de una telenovela se tratara (el de Irene Azuela sobre todo), llevando al relato a un cierre desolador.Así, la comedia deja de serlo para volverse un caótico drama donde las resoluciones llegan de manera desacertada y poco orgánica de acuerdo con lo planteado previamente por el relato.
Basada en el libro clásico de Roald Dahl 'Las brujas', la historia cuenta la aterradora, divertida e imaginativa historia de un niño de siete años que se encuentra con una congregación de brujas liderada por la Gran Bruja. A pesar de que su abuela se lo llevó a un centro turístico, llegan al mismo tiempo que ella y sus amigos llegan para comenzar sus rituales.....Las brujasCritica:Cuando uno termina de ver "Las Brujas", es difícil quitarte de la cabeza la sensación de que este Zemeckis es el de Polar Express o Cuento de Navidad (con su consabido empacho de CGI) en lugar del Zemeckis de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? o Regreso al Futuro. Tenía todos los ingredientes para hacer un buen remake y llevar la novela de Roald Dahl a otro nivel. Si la película original no era una maravilla, una generación de chavales recuerda el genial y terrorífico maquillaje de Angelica Huston en la película original, que apostaba algo más por el terror, pero la versión de 2020 no deja casi nada remarcable o que pueda perdurar en el tiempo. La borrachera de efectos especiales no tiene por qué ser mala en sí, pero no sirve para transmitir originalidad, diversión o terror, salvando algunas escenas con las brujas. Tampoco ayuda la cansina narración original de Chris Rock, que no pega ni con cola, o el hecho de que no podamos empatizar mucho con los niños, ni con los actores, que se pasan el 75% de la película transformados en ratones. (Ratones con un CGI mejor que los ratones de Cats, también hay que decirlo.) En cualquier otra película adaptando a Roald Dahl es fácil empatizar con los personajes, como en las adaptaciones de Charlie y La Fábrica de Chocolate, Fantástico Sr. Fox (que sigue siendo la mejor adaptación y la mejor película) o incluso en Matilda, pero no aquí.....Las brujas
Cuando la esposa quiere el divorcio, el neurótico esposo se esfuerza por llegar a un acuerdo y buscar cómo recuperar su vida anterior.
La trama gira en torno a Ben (Kevin Hart, 'Laugh at My Pain') un vigilante de una escuela se secundaria que tiene un propósito: casarse con Ángela (Tika Sumpter, 'Think like a man'). Sus planes se ven truncados cuando se da cuenta de que tiene que conseguir la aprobación de James (Ice Cube, 'Los chicos del barrio'), el sobreprotector hermano de Ángela, un agente condecorado del departamento de policía de Atlanta. Para demostrar su valentía Ben decide unirse al departamento de su cuñado, y aunque ha conseguido superar las pruebas, tendrá que pasar la prueba más dura: acompañar a James en una patrulla de 24 horas por los suburbios de la cuidad. Tim Story toma las riendas de este proyecto; el director es conocido por haber trabajado en películas como 'Taxi: Derrape total', 'Los cuatro fantásticos' y 'Los 4 fantásticos y Silver Surfer'. El reparto lo completan John Leguizamo ('Moulin Rouge'), Bruce McGill ('Collateral'), Bryan Callen ('Resacón en Las Vegas') y Gary Weeks ('Deadland').Ride Along Un novato en apurosCritica:Partimos de la dificultad para destacar en un género tan sobre-explotado dónde otros ya asentaron su base petrolífera antes para absorber todo el crudo, con un argumento sobre el que cada nuevo director aplica tippex y escribe su propia versión pero ajustándose a los estándares que marcan esas películas pertenecientes al ideal popularizado por filmes como ‘2 policías rebeldes’. Un novato en apurosSobre esta premisa, el director Tim Story intenta sin mucho éxito aprovechar el tirón de dos personalidades tan distinguidas en distintas facetas en EEUU: a mi derecha con 66 kilos de vis cómica: ¡Kevin Hart! Y a mi izquierda, el otrora leyenda del rap old school… ¡Ice Cube! Aún así, aunque ambos “actores” (nótesen las comillas) se ajustan a los papeles que les escribieron (es precisamente esa predecibilidad de que sus respectivos roles se correspondan a lo esperado lo que aumenta aun mas la sensación de deja vu del metraje) no brillan en sus respectivas facetas y cuando piden por radio refuerzos el guión redactado por hasta 4 tipos no logra rescatarlos de la emboscada que les hace la mediocridad. Un novato en apurosMención especial al traidor en esta última cena presidida por Story, y es que el ritmo de la película cual Judas Iscariote crucifica al simplón realizador haciendo que una de las exiguas ventajas que podría y debería tener una película de estas características se vuelva en contra suya y termine por definir un filme aburrido durante largos periodos, una travesía por el desierto que nos da la sensación de haber pasado una y otra vez por el mismo sitio y estar dando vueltas en círculos (hey! me suena esa palmera, ¿no es la de antes?) Un novato en apuros
A principios de los años setenta, una época de gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo, Ron Stallworth se convierte en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs, pero es recibido con escepticismo y hostilidad por los mandos y los agentes. Sin amedrentarse, decide seguir adelante y hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión muy peligrosa: infiltrarse en el Ku Klux Klan y exponerlo ante la ciudad. Infiltrado en el KKKlanCriticaLos que siguen la filmografía de Lee, se darán cuenta que esta última película ha conseguido un desconcertante "punto medio", diríamos entre la hierática "Malcolm X" (creo que la más conocida de sus obras) y la extremadamente socarrona "Bamboozled" (injustamente apartada y olvidada). En todo caso, en estas tres se trasluce (sin medias tintas) el tono de denuncia referido a la segregación racial (explícita e implícita) y los prejuicios negativos (aún supervivientes) en torno a la población afroamericana en los Estados Unidos.La primera hora se pasa volando. Lee produce una serie de ejercicios visuales bastante nostálgicos sobre los setentas (coqueteando incluso con matices propios del Blaxploitation, término incluso mencionado por la activista Patrice), combinándolos con diálogos ácidos e incluso tarantinescos... Me atrevería a decir que esta es la película de Spike Lee más influida por Tarantino, sobre todo por los arquetipos exhibidos en "Django Unchained" y The Hateful Eight", aunque el propio director (y la crítica especializada) lo niegue.Sin embargo, algo sucede ya en el clímax de la trama (cuando Adam Driver consigue exitosamente ingresar al círculo de poder del KKK, incluso poder entrevistarse con el carismático y sofisticado líder, un correcto Topher Grace). Es en ese punto como que el empuje inicial, el sarcasmo, el humor y la denuncia se desinflan estrepitosamente y ya sabes cómo va a terminar la película. Ya viendo el "documental" tramo final, dan ganas de retirarse inconscientemente de la sala de cine (Lee nos coloca imágenes televisivas, para variar, aunque es parte de su sello).Con respecto al tema de la denuncia, me parece que el tono provocador se queda en los impactantes afiches gráficos que han acompañado al film. La trama pudo despegar y dar mucho más a los espectadores... Infiltrado en el KKKlan
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