Llega el cumpleaños de Anna, y Elsa y Kristoff están decididos a brindarle la mejor celebración de su vida, pero cuando Elsa se resfría, sus poderes helados pueden poner la fiesta – y algo más – en riesgo. Frozen Fever Frozen congelada Critica: Aunque la excusa argumental (el cumpleaños de Anna) sea flojita y la nueva canción un pegote que parece estar ahí sólo porque es Disney y hay que meter canciones aunque no peguen mucho, lo cierto es que este pequeña secuela de Frozen conserva todo el encanto de la original en formato mini, sigue siendo un prodigio de animación y presenta personajes de lo más simpáticos. Esperen a conocer a los pequeños muñecos de nieve que adopta Olaf y que salen de... mejor no revelarlo. Frozen congelada Jennifer Lee y Chis Buck junto a su equipo vuelven en la segunda entrega de la serie Frozen, esta vez en forma de corto; y eso es algo que tengo muy en cuenta a la hora de valorarlo, porque no se le puede exigir una gran complejidad argumental a una producción que no dura ni 8 minutos, créditos incluidos. Frozen El planteamiento es simple: es el cumpleaños de Anna y, aunque su hermana ha planeado hasta el último detalle, los poderes de Elsa amenazan con arruinar el día. Eso es todo. Siete minutos y medio tampoco dan para más. No hay presentación de los personajes porque se da por sentado que ya son suficientemente conocidos. La trama se centra en las dos hermanas, aunque no deja de lado al resto del grupo (hasta el carismático Oaken hace una breve pero memorable aparición), y en seguida deviene un número musical que ocupa casi todo el corto: "Making Today a Perfect Day" (también obra de Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez) es una canción con todo el encanto de Frozen, aunque en ningún momento iguala a los grandes números de la película. Según los directores, Frozen Fever va dirigido a los seguidores de Frozen y eso es cierto con todo lo que implica. Completamente saturado de referencias a la película, incluso con pequeños detalles que sólo los más duchos en este mundillo percibirán, como la inclusión de los primeros compases de la canción "Life's Too Short" (la más popular de entre la media docena de canciones de Frozen que fueron descartadas), este corto satisfará a su público objetivo, pero ni de lejos va a convencer a quienes ya les desagradara la película que lo precede. Efectivamente, estamos ante un corto simpático que constituye un buen epílogo para la cinta previa y que, sin duda, contentará a todo fan de Frozen, tenga la edad que tenga. Frozen congelada
Tras el fallecimiento de su hermano en un accidente de auto, un joven luchador se hace cargo del club familiar y pronto se da cuenta de que esa muerte no fue accidental....Bartkowiak Critica: sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico ... Bartkowiak
Steve Ford (Bruce Willis) es un investigador privado de Los Ángeles que deberá enfrentarse a una banda de gangsters para rescatar a su perro. Once Upon a Time in Venice Desaparecido Critica: Bruce Willis ha decidido en estos últimos años dedicarse a protagonizar películas destinadas al formato doméstico o a aparecer en cameos de otras pocas de renombre (Múltiple). Lejos queda ya el héroe de acción que era en los años 90. Prefiere dedicarse a proyectos que le lleven poca dedicación (breve período de rodaje) e, incluso, poco esfuerzo o despliegue físico. Y es que se trata de películas de bajo presupuesto, o con el mínimo como para atraer a alguna superestrella de Hollywood. Desaparecido En esta ocasión, se nos muestra un Willis mucho más desenfadado de lo que nos tiene acostumbrados: le vemos desnudo encima de un monopatín en modo huido de persecución y disfrazado de mujer. Por el resto, nada es destacable de forma importante. Tarda en arrancar, y cuando lo hace, no demuestra un argumento sólido ni claro. Encontramos varias subtramas sin ton ni son, que ni se relacionan entre ellas ni son atractivas para el espectador. No sorprende y gran parte de la película es prescindible. Algunos personajes sobran y otros están excesivamente sobreactuados (véase John Goodman y Jason Momoa). Actores con este potencial son demasiado buenos como para participar en esta película. Se merecen algo mejor. Luego está Famke Janssen, a la que no han sabido encontrarle un lugar en todo este despropósito. Desaparecido
Relata la historia de 12 personas, cada una en su propio mundo pero todas con el anhelo de encontrar algo más. Uno de los 12, es un pastor local que es sacudido fuertemente cuando un predicador de la calle lo desafía a vivir realmente su fe. De manera milagrosa, que solo Dios puede orquestar, las vidas de estas 12 personas se cruzan inesperadamente y cada uno de ellos se enfrenta a la pregunta: ¿Crees en el poder del sacrificio de Jesús en la Cruz?. Do You Believe cruz Critica: La dirección de Jonathan M. Gunn nos hace recordar la película «Magnolia», donde todo confluye, como si hubiera un Misterio no de simplonas coincidencias, sino de Razón no posible de entender bien, pero que existe: la Sabiduría de DIOS, la Providencia que mueve los destinos del Universo para que se vinculen los hechos y personajes a través de hilos que le dan sentido trascendente, sobre el perfeccionamiento de la vida. Buenas actuaciones, donde aparecen algunos conocidos como Lee Majors (serie TV « El hombre nuclear»), Cybill Shepard (serie «Luz de Luna»), Mira Sorvino (filme «Poderosa Afrodita»): todos, de pasados libertinos, pero aquí nos hacen suponer que han tenido una real conversión a Cristo para haber sido elegidos, consecuentemente. Llama la atención positivamente que la película se muestre ecuménica: la Cruz es asociada primero a la Iglesia Católica, a Roma, al Papa Francisco. Y aquí se muestra la fuerza de la predicación de comunidades protestantes evangélicas bajo este mismo Signo profundísimo... cruz Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. cruz Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. cruz
Un escritor que pasa por un bache conoce a una enigmática mujer que entra en su vida justo en el momento adecuado.Largo fin de semana Critica: Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.Largo fin de semana
A Andrew, un joven de 22 años recién salido de la universidad que no sabe qué hacer con su vida, no le queda más remedio que volver con su familia a Nueva Jersey. Todo un experto en montar un buen sarao, consigue un trabajo de animador en las fiestas de bar mitzva de los compañeros de clase de su hermano pequeño. Cuando se hace amigo de una mujer llamada Domino y su hija Lola, que tiene un ligero autismo, Andrew descubre el futuro que desea realmente... aunque puede que no sea el suyo..... Bailando por la vida Critica: Cuando te encuentras una comedia dramática tan interesante como la que nos brinda Cooper Raiff, es que debemos seguirle la pista a un interesante director y actor que brinda una gran película. En su segundo largometraje como actor y director Raiff entrega una mirada tierna y a su vez potente de como la mala suerte en el amor, hace que descubramos la verdadera esencia de uno hacia la vida. De buena forma con un guion bastante sólido, nos brindan una historia que te va conquistando a medida que nos vamos interiorizando en la vida de Andrew. A simple vista parece ser un fracasado más, pero la intensidad en la que el actor y director te va sumergiendo en la verdadera personalidad de Andrew es donde nos vamos cautivando de una historia sencilla, pero llena de grandes momentos que te hacen apreciar la personalidad de un personaje que merece lo mejor. La maduración que atraviesa nuestro protagonista se aplica en una película que sabe tener la mezcla perfecta de humor, drama y desamor de forma contundente. El manejo que hace el director de los pasajes de su descubrimiento personal, nos va regalando sucesos que te alientan o te entristecen. Su solido reparto en donde brilla el mismo director, quien se acompaña de una superlativa Dakota Johnson y uno secundarios realmente estimulantes. Destaca la joven actriz Vanessa Burghardt, se roba la pantalla con sus momentos. Da la sensación que su reparto esta por sobre la sencilla historia que se cuenta. Merito al joven director que sabe sacar todo el potencial de su reparto, incluyéndose a él..... Bailando por la vida