Roma, 1943. Fulvio está cubierto de pelo de la cabeza a los pies; Matilde es tan eléctrica que enciende las bombillas metiéndoselas en la boca; Mario sufre de enanismo; Cencio escupe luciérnagas y cambia la forma de los insectos. E Israel es el dueño y director del circo que los acoge a todos, como una familia sui generis. Pero una explosión les roba su hogar-refugio y los arroja en medio de la Segunda Guerra Mundial, siendo criaturas extraordinarias enfrentadas al horror.
El curso ha terminado y Troy Bolton, la superestrella del equipo de baloncesto de East High School, la inteligente Gabriella Montez y el resto de los Wildcats se preparan para disfrutar del verano más emocionante de sus vidas. Pero todo cambia cuando Sharpay Evans, la reina de los escenarios, utiliza los contactos de su «papá» para conseguir un trabajo a Troy en su súperexclusivo club de campo…
Todo el mundo conoce el cuento de Caperucita Roja... o eso es lo que se creen. Pero todo está a punto de cambiar pues nadie ha visto hasta ahora el cuento del modo en que aquí se narra. Todo queda patas arriba, reinventado como una comedia disparatada animada por ordenador. Finalmente se desvela, fruto de una profunda investigación, la chocante verdad delictiva que se oculta tras la leyenda. Por fin, conoceremos toda la historia acerca de cómo Caperucita Roja, la Abuelita, el Leñador y el Lobo, acaban siendo sospechosos en un caso que sólo puede resolver el mejor de los detectives.
Un año después de los acontecimientos narrados en "Buscando a Nemo", Dory vive apaciblemente con Marlin y su hijo Nemo. Pero durante un viaje para ver cómo las mantarrayas migran de vuelta a casa, los problemas de memoria de Dory parecen desaparecer durante un segundo: recuerda que tiene una familia e inmediatamente decide emprender viaje para reencontrarse con sus padres, a los que perdió hace años. Finding Dory BuscandoCritica:Vamos a empezar con una obviedad: Buscando a Dory no es mejor que Buscando a Nemo. No. No lo es. Quizás tampoco sea una de las mejores películas de Pixar (claro que, hablando de una casa que ha parido obras maestras como Toy Story, Up, WALL-E, Ratatouille o Del revés, es ya realmente difícil decidir qué es lo mejor y qué es lo menos bueno). Pero, amigos, esto no es una mala noticia en absoluto. Más bien al contrario. BuscandoPrecedida por un nuevo corto maravilloso llamado Piper, un pedacito de cine glorioso con todos los detalles marca de la casa en lo que a cortos se refiere (sin diálogos, muy humorístico, protagonizado por animales) acerca de una cría de ave que se enfrenta por primera vez a un bello pero aterrador enemigo, llega el momento de disfrutar con las nuevas aventuras de Dory, la simpática pececilla que robó el corazón del mundo entero en Buscando a Nemo. Porque sí, la protagonista absoluta de la función en esta ocasión es Dory. Marlin y Nemo son secundarios de lujo en esta ocasión, porque el protagonismo debe ser para ella, sin duda uno de los personajes más entrañables y carismáticos de Pixar debido a su humor, su ternura y por supuesto sus pérdidas de memoria a corto plazo. BuscandoPodía haber dudas, porque cuando Pixar se pone a hacer secuelas igual le salen dos obras maestras (como Toy Story 2 y sobre todo Toy Story 3) o dos películas absolutamente prescindibles e innecesarias, aunque tampoco horribles (Cars 2 y Monstruos University). Veremos por dónde sale el sol con las ya anunciadas Cars 3 y Los Increíbles 2, pero desde luego con Buscando a Dory han vuelto a dar en el clavo. De hecho, la película recuerda en muchas ocasiones a las maravillosas aventuras de los juguetes de Andy (ver esa persecución final por autopista, muy parecida a la de los juguetes de camino al aeropuerto siguiendo a Woody y Al en Toy Story 2, o ese guió a los niños destrozones de la guardería Sunnyside en Toy Story 3, esta vez reconvertidos en involuntarios torturadores de criaturas marinas en un acuario), lo cual siempre es un enorme halago. Pero es que Buscando a Dory, por si misma y dejando ya las comparaciones, es una extraordinaria película. Tal cual. Buscando
Cuando la esposa del adicto al trabajo Tommy insiste en que pase más tiempo con su familia, él acepta inscribirse en Family Camp. Con lo que Tommy no contaba era con verse obligado a compartir una yurta en el campamento con la enorme familia Sanders....Family CampCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Family Camp
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