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Martina y Manuel cruzan la frontera desde Bolivia como “mulas”. En un hotel, él muere con las cápsulas de cocaína adentro. Ella debe hacer la entrega de todo en otra ciudad. No tiene salida, la presión de los traficantes acorrala a Martina. Sólo hay una persona a la que recurrir, su padre, Javier que nunca la reconoció. Una relación que nunca existió y un afecto nunca desarrollado intentan encontrar un lugar en medio de la sordidez. Esta puede ser la única y última oportunidad.
Yuri Orlov, un traficante de armas ruso, recorre los países en guerra intentando eludir no sólo la persecución de un implacable agente de la Interpol, sino también la de sus rivales en el negocio e incluso la de alguno de sus clientes, todos ellos importantes dictadores.
Derek Vinyard (Edward Norton), es el líder de un grupo neonazi. La vida de Derek transcurre entre las acciones de su grupo (asaltar tiendas de inmigrantes, dar palizas a afroamericanos...) y su vida familiar: una madre enferma, una hermana, de ideas opuestas, y un hermano menor que lo idolatra. Derek es condenado por asesinato. Cuando sale de prisión, regresa a casa, dispuesto a empezar una nueva vida, pero descubre que su hermano (Edward Furlong) prosigue el camino que le metió en la cárcel. American History X Historia americanaCritica:Y no es ningún tipo de favoritismo el que me hace presentaros al actor protagonista por encima de todo lo demás, no; me parece que las razones para hacerlo son lo suficientemente obvias, ya que en mi opinión, esta vez es una de esas ocasiones en la que un actor hace subir varios peldaños a la cinta que protagoniza. Historia americanaEn este caso, el trabajo del norteamericano que más tarde actuara en películas como El Club de la Lucha, o El Ilusionista, así como en otras cintas de menos éxito; convierte una película muy buena en algo verdaderamente sobresaliente. Y es que llevando casi todo el peso dramático en su musculosa espalda, Edward Norton hace un trabajo de los que perduran un buen tiempo en la memoria, uno de esos que extienden una alfombra roja camino hacia nuestro reconocimiento. Pero no me voy a quedar ahí, porque American History X es mucho más que un solo actor; por ejemplo podría decirse tranquilamente que es una de las películas más conocidas de los noventa, tanto que muchos padecen hoy día una especie de "síndrome del espectador quemado" por culpa de los bienintencionados que desde el 98 acudieron en masa a decirle aquello de, "Tío, tienes que ver esta peli porque es la ostia".Lo peor de todo es que por muy cansinos que fuesen (o seamos) los defensores de esta cinta, tienen (o tenemos) buenas razones para defenderla. Por ejemplo, una historia seria, sobria y consistente sobre odios raciales, donde se nos retrata el sinsentido de la xenofobia como un mal que nos carcome sin hacer ascos a ningún sector social. En esta historia el odio está reflejado en uno de sus casos más extremos, como es el de una organización Neonazi, pero el retrato y la advertencia va más allá, sugiriéndonos que no es bueno quedarse en los extremos cuando se habla de un mal tan peligroso, porque ese odio también afecta o nace a un padre de familia trabajador cualquiera, o en cada uno de nosotros. Historia americana Con un toque tan crudo como preciosista (y en ocasiones efectista), un ritmo y un desarrollo que no te deja salirte de la historia, y con un guión y unos diálogos realmente asombrosos, American Story X es una de esas películas que ningún aficionado al cine debería perderse, es más, algunas escenas puntuales merecen la pena ya de por sí mismas... Y aún a riesgo de ser cansino y quemaros un poquito más, dejaré un último consejo para los que aún no la hayan visto; "Tenéis que ver esta película porque es la ostia".
Una adolescente de Brooklyn curtida tras pasar por varias casas de acogida decide que si quiere encontrar a su padre biológico, tendrá que remover cielo y tierra, pero antes tendrá que enfrentarse a ellos, a los chicos.
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