Chang, un chaval asiático-estadounidense de 16 años, le apuesta al as del baloncesto de su instituto que podrá hacer un mate la noche del último partido de fútbol. Chang, que mide 1,72 m, se propone aprender a encestar un mate, no solo para impresionar a Kristy, la chica que le gusta, sino también para ganarse el respeto de sus compañeros. Pero, antes de que pueda saltar hasta el aro y encestar, le tocará replantearse todo lo que cree sobre sí mismo, sus amistades y su familia.....Puedes hacerlo ChangCritica: una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Puedes hacerlo Chang
Cada año mueren en Argentina más de ocho mil personas, y detrás de cada una de esas tragedias existe una industria floreciente basada en los pagos de los seguros y resquicios legales. Sosa es un abogado que recorre los hospitales públicos y las comisarías en busca de potenciales clientes. Luján es una joven doctora que acaba de llegar a Buenos Aires. Una noche sus destinos se cruzan cuando coinciden en un accidente. CaranchoCritica:Carancho es una película con pulso, con rabia, de esas que te mantienen pegado a la pantalla casi sin pestañear, tan urbana y con tanto nervio como cualquiera de algún gran director del momento. Darín, como siempre, magistral, esta vez acompañado de una chica que, además de ser la mujer del director, tampoco desentona en su papel de médico del servicio de emergencias. CaranchoHay una historia interesante, la de un abogado parásito que busca clientes en los hospitales. Hay una trama que se va enredando, con una organización mafiosa que va ganando terreno en la peli a base de golpes y de víctimas de accidentes de tráfico. Hay una historia de amor, quizás poco creíble, pero amor al fin y al cabo. Carancho¿Qué pasa entonces? Si esta cinta argentina tiene todo esto, ¿por qué no llega a convencer del todo? Pues no lo sé, la verdad. Lo cierto es que me terminé aburriendo y que el final me pareció de lo más increíble, con trucos que sólo hacen quitarle mérito a una historia que había empezado bien. Quizás se enreda demasiado con la sangre, que no para de regarlo todo en la peli. Quizás cada vez entiendo menos lo que hablan los actores argentinos y voy a tener que verlas con subtítulos. No sabría decir por qué, pero lo que parecía una gran película con mensaje incluido al principio se me quedó en una cinta interesante o curiosa al final. Nada más. Y le tenía puesto el 7, pero el final tramposo le bajó un punto. Carancho
Jonathan Hemlock es un profesor de historia del arte que, anteriormente, llevaba una peligrosa doble vida como asesino a sueldo para una organización secreta internacional. Sin embargo, ahora será chantajeado para llevar a cabo una última misión: la víctima será una de las tres personas que intentan la ascensión al Eiger, una peligrosa cumbre de los Alpes Suizos
Las vacaciones en la playa de una mujer madura toman un giro oscuro cuando comienza a obsesionarse con otra mujer y su hija, lo que la obligará a tener que enfrentarse a problemas de su pasado y de su primera maternidad...La hija oscuraCritica: Maggie Gyllenhaal se para, en esta oportunidad, detrás de las cámaras para presentar su ópera prima: un drama con tintes de thriller psicológico con el que ha obtenido la nominación en el rubro de Mejor Dirección de cara a los Globos de Oro.Olivia Colman (nominada también por este brillante rol) interpreta a una mujer que vacaciona en una isla griega, solitariamente. Allí, pone foco en una madre (Dakota Johnson, de magnética y convincente presencia) y en su pequeña hija. Una familia bastante extraña y de inquietante comportamiento, parece complicarle la estadía a nuestra protagonista.Gyllenhaal acierta cuando rodea al film de un halo enigmático, y consigue que uno, como espectador, se mantenga atento a lo que pueda ocurrir, ya sea a algún giro argumental inesperado o a una resolución que sorprenda. A veces, en ese constante amague, atrae y gusta, pero en ocasiones pierde levemente la fuerza de enlace.Jessie Buckley (en la piel de Leda, el personaje de Colman, de joven), nos regala una actuación sólida como una roca, cargada de expresiones de todo tipo. Jessie y Olivia, intercaladas entre presente y momentos pasados que nos permiten ir comprendiendo lo que le sucede en la actualidad tormentosa a la figura central, son quienes sobresalen en el film.Gyllenhaal aborda la complejidad de ser madre, los arrepentimientos, la dificultad de hallar una plenitud sexual cuando los hijos demandan atención y cuidado, y cuestiones en las que, lejos de juzgar, nos llevan a pensar sobre la inestabilidad que se puede experimentar ante este tipo de responsabilidades. Es en los flashbacks donde se refuerzan estos eventos, aunque algunos de ellos no funcionen o se sientan un poco reiterativos (principalmente los iniciales).... La hija oscura
Un exitoso banquero de inversión lucha después de perder a su esposa en un trágico accidente automovilístico. Con la ayuda de un representante de servicio al cliente y su hijo, comienza a reconstruirse a partir de la demolición de la vida que una vez conoció. Demolition DemoliciónCritica:La sutileza flaquea ya en el propio título. La demolición como mecanismo de reparación, como un nuevo punto de partida, es una constante que se repite durante todo el metraje, de una forma muy evidente, sin un sólo hueco a la imaginación, bien claro y mascado. Resulta imposible obviar la facilidad con la que se busca transmitir el mensaje, la simpleza de un guión que no deja lugar a otras interpretaciones. Pero es complicado también no rendirse a los encantos de un filme que sabe embaucar, que utiliza a la perfección todos los elementos a su alcance para llevarnos de la mano por el proceso de autoaprendizaje de un personaje absolutamente cautivador. DemoliciónJean-Marc Vallée deja recaer de nuevo el gran peso de su propuesta en un carismático actor principal. Si Dallas Buyers Club y Alma salvaje no se entenderían sin la arrolladora presencia de Matthew McConaughey y Reese Witherspoon, Demolición no se concibe tampoco sin el inestimable trabajo de un Jake Gyllenhaal que todavía no entiende cómo la Academia de Hollywood se resiste a rendirse a sus pies. No será por recursos. Aquí los saca a desfilar todos. Un despliegue interpretativo que te hará odiarle, reírte, quererle y llorar. La obra definitiva de un actor total. DemoliciónCon Davis asistimos a una montaña rusa emocional, la que sufre el protagonista tras el accidente de coche que acaba con la vida de su esposa. Un accidente que saca a relucir una apatía vital que abarca desde un matrimonio en decadencia hasta los cimientos de un hogar construido a sus espaldas. El personaje inicia así un proceso destructivo que arrasa tanto los tabiques de una casa o la maquinaria de un ordenador personal como sus relaciones afectivas, que asisten perplejas, como asistimos nosotros, a una aparente involución. DemoliciónPero en ese particular mecanismo de curación, no ya tanto del dolor tras la muerte sino más bien de la muerte en vida, aparecen por el camino personajes emblemáticos, piezas que no terminan de encajar en un sistema en el que nadie puede desmarcarse de la senda escogida. Porque si Vallée es bueno eligiendo talentos principales no lo es menos a la hora de contraponerlos con secundarios entrañables como los que encarnan Naomi Watts y el descubrimiento Judah Lewis. Ella la responsable de atención al cliente de una empresa de máquinas expendedoras que recibe las reclamaciones terapéuticas del viudo, él el hijo adolescente cuya nueva figura paterna implicará tanto lecciones como descarrilamientos. Demolición
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