En esta comedia negra, una epidemia letal se desata en Israel, y Gaza se convierte en el lugar más seguro de Oriente Próximo. Una técnica de laboratorio árabe es acusada de espionaje, y los israelíes buscan refugio en Gaza. "Un fin de semana en Gaza" es una sátira que aborda temas serios con humor e ironía, dirigida por Basil Khalil. La película premiada ofrece una visión hilarante y oportuna de la situación en la región. Un fin de semana en GazaCritica: Lo dicho, de aficionados, parece que está hecha por un grupo de aprendices. Un fin de semana en Gaza Una producción cutre a más no poder.Una dirección sin recursos, atropellada, alborotada, nerviosa y, sobre todo, vulgar y corriente.Hasta las persecuciones son aburridas, que ya es decir. Dónde está el Cine? Un fin de semana en GazaUna historia que transcurre en Gaza como hubiera podido ser en Logroño. Es cierto que tiene un cierto toque de humor negro con respecto a la situación que se vive en la franja de Gaza, pero no salva la película, ni por asomo.Unos protagonistas vulgares y chillones, nada que destacar.Resumiendo: perfectamente olvidable.
Jessica (Laura Dern) es una periodista reconocida que ha alcanzado el éxito. Pero hay algo de su pasado que ha permanecido oculto hasta ahora. Su madre encuentra una historia que escribió cuando Jessica tenía 13 años en la que relataba cómo fue su primera relación sexual. Mantuvo un triángulo amoroso con 2 de sus entrenadores. Esto le llevará a inspeccionar sus recuerdos y a desentrañar el misterio que gira entorno a su experiencia. Buscará a ambos para cerrar ese capítulo de su vida que hasta ahora permanecía olvidado…
En lugar de ir al viaje de graduación con sus amigas, Mabel se ve obligada a viajar con sus padres a un centro de esquí en Chile. Sólo que ella no esperaba que este gélido retiro pudiera presentarle a un grupo secreto de amigos y tal vez a un nuevo amor....Un año inolvidable: InviernoCritica: una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Un año inolvidable: Invierno
Carlos y Margarita fueron la pareja de tango más famosa y reconocida de su época. Hoy, poco y nada queda de ese esplendor. Junto a su inseparable amigo Pichuquito, la pareja inicia un viaje desde la ciudad de Carlos Gardel hasta el pie de la Cordillera de los Andes en busca de respuestas, que los enfrentará a sus recuerdos, a sus miedos, pero sobre todo a sus verdaderos deseos.... Empieza el baileCritica: *No llores por míOrganizar el propio entierro no es algo muy habitual, y menos con la intención de atraer al funeral a un viejo amor. Cerrar un capítulo todavía abierto, a pesar del transcurso del tiempo. Si además, no se tienen en cuenta las posibles consecuencias, la sucesión de una serie de hilarantes y sucesivas escenas de enredo está asegurada.Drama y comedia van surfeando en Empieza el baile, tal y como sucede en la vida misma y esto lo sabe muy bien Marina Seresesky. No hay palabra que describa el vacío que deja una persona que se va. La risa, pero con el nudo en la garganta, despierta emociones muy complejas.Carlos, Darío Grandinetti, viajará desde España a su Argentina natal, comprobando que ni él es el mismo y que también las cosas han cambiado. Margarita, Mercedes Morán, reaparecerá de entre los muertos para contarle algo que lo desarmará.*A bordo de una vieja furgoneta hippieEmpieza el baile deleita con paisajes deslumbrantes, con grandes contrastes como la aridez y la exuberancia. La imponente Cordillera de los Andes, inunda este viaje entre la ironía y la ternura.Carlos y Margarita, la célebre pareja de baile de tango cincuenta años atrás, viajarán con su entrañable amigo, Pichuquito, Jorge Marrale, y también acompañados de numerosos recuerdos. Poco a poco irán aflorando secretos y reproches, dando pie a una sucesión de situaciones en las que el amor será protagonista. Amor de diversa índole: amor romántico, amor a los lugares, a la amistad..... Empieza el baile
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