La película de suspenso sobrenatural trae a la pantalla otro caso verídico de los archivos de los reconocidos demonólogos Lorraine y Ed Warren. La nominada al Oscar Vera Farmiga y Patrick Wilson regresan para interpretar a los personajes Lorraine y Ed Warren, quienes, en una de sus investigaciones paranormales más aterrorizantes, viajan al norte de Londres para ayudar a una madre soltera que se encuentra criando a cuatro niños en una casa plagada por espíritus malévolos.
La película se centrará en formas superiores de vida que nos vigilan desde otros mundos. Mila Kunis interpretará a Jupiter Jones, una inmigrante rusa que se dedica a fregar retretes para ganarse la vida. Pero la joven, ella sin saberlo, posee la misma composición genética que la Reina del Universo, por lo que será considerada como una amenaza para estos seres inmortales, que enviarán a un cazador ex militar, Caine (Channing Tatum), para dar con ella. Jupiter Ascending JúpiterCritica:Corría el año 1999 y dos hermanos chicaguenses muy fans de la obra maestra de Masamune Shirow habían conseguido firmar un contrato con la Warner para rodar una película de bajo presupuesto sobre robots, artes marciales y realidades virtuales. Los hermanos, conscientes de que con el presupuesto de la película no podían ni empezar, decidieron sacarse la polla e invertir todo el dinero del que disponían en rodar la mítica escena en que Trinity escapa de unos desconocidos. Los productores quedaron fascinados con el breve pero intenso producto de esta demostración de ingenio y valentía, y automáticamente les extendieron un cheque en blanco a los Wachowski para rodar "The Matrix". Júpiter¿Y por qué me he extendido tanto en este prólogo? Pues porque lo encuentro muy curioso, sí, muy curioso e irónico. Es irónico que los Wachowski tuviesen que luchar por darle la forma ideal a ese guión tan grande titulado "The Matrix" y ahora hayan podido rodar un truño de proporciones mitológicas con la misma productora que se mostró reacia a confiar excesivamente en su exitoso proyecto (es asombrosa también la ineptitud de gente que debe manejar tanta pasta) con el simple chasquido de sus dedos. La trayectoria de los Wachowski parece una maqueta del funcionamiento de Hollywood: mientras autores noveles con propuestas interesantes deben sudar sangre para hacer realidad sus sueños e inquietudes, los directores consagrados pueden realizar cualquier mediocridad que su obsoleto cerebro (o su voraz y sediento bolsillo) haya ideado. JúpiterY a su vez esta película es el reflejo de los productos que nos ofrece (en su mayoría) la actual industria cinematográfica estadounidense: tíos esculpidos a base de mancuerna y esteroides cuyos rostros recuerdan a los de las estatuas de los artistas renacentistas y clásicos (no por el parecido físico, sino por el material del que están hechos), y que tienen alergia a las camisas; tramas con tantos clichés y tantos tópicos que podría haberlas escrito tu cuñao después de venir del campo o de la obra; villanos que parecen salidos de un cómic pulp de la primera mitad del siglo pasado, con un gusano parasitándoles los sesos e impidiéndoles soltar otras palabras que no sean "LOS QUIERO MUERTOS" o "ESTA ES LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD QUE TIENES PARA FALLARME" y demás sucedáneos; y no nos olvidemos de esos finales, ¡oh, dios, esos finales!, ¿es tan difícil hacer que el espectador se sorprenda, que no sepa qué va a pasar dentro de cinco minutos y se limite a contemplar impasible la caótica orgía de efectos especiales y una historia que ya sabe de antemano? Júpiter
El doctor Pretorius y su colega, el doctor Tillinghast, trabajan en un experimento sensacional. A través de la estimulación de la glándula pineal quieren abrir la mente a dimensiones superiores. Cuando el experimento tiene éxito son atacados por unas terribles formas de vida...
Un capitán de la brigada criminal de París (Laurent Lafitte) y un investigador de delitos financieros (Omar Sy) que vive en una ciudad dormitorio a las afueras de la capital francesa se reúnen con motivo del asesinato de la mujer de un líder de la patronal.
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