5.4
Un jockey envejecido está decidido a ganar un último campeonato, pero su sueño se complica cuando aparece un joven novato que dice ser su hijo...JockeyCritica:
Me encantan las películas deportivas. Sobre todo las que colocan el deporte mismo a la vanguardia de la trama. Sin escatimar fisicidad y espectáculo. Con la actividad en cuestión funcionando como el duelo de un western.'El buscavidas' (billar), 'The Cincinnati Kid' (poker), 'Junior Bonner' (rodeo), 'Hard times' (peleas), 'Cockfighter' (gallos), 'Rocky' (boxeo), 'White men can't jump' (basket), 'La fuerza del viento' (vela), 'Over the top' (pulsos), 'Dreamer' (bolos), 'The Wizard' (videojuegos)... Dios, qué gran subgénero.'Jockey' no entra en esa categoría. Es más como 'The Rider', 'The Wrestler' o 'Moneyball': se sumerge al espectador en las entrañas del mundillo, mostrando sólo retazos de competición pura. También aprecio este segundo escalón del cine deportivo.En su debut como director, Clint Bentley aplica un pulso indie que da lugar a planos de gran belleza. Los llena un pletórico Clifton Collins Jr. que cabalga, fuma, bebe, baila, miente, se derrumba, le hace una peineta a la báscula y observa el cielo sentado en la puerta de su caravana.Los jockeys sufren lesiones continuas. Destruyen su físico por pasión, para seguir a lomos del caballo, animal esclavizado y amado por el humano desde la noche de los tiempos. Sin embargo, llega un momento en el que la edad y la salud exigen dejar de ser un centauro.La película tiene otro rasgo que armoniza con mi gusto personal: es minimalista y directa. No fuerza instantes lacrimógenos o subidos de tono. Yo la habría desnudado más incluso, limando una música a veces demasiado efusiva y algún diálogo un poco grandilocuente.... Jockey