5
El film nos contará como tres sensacionales asesinas son enviadas a realizar un trabajo que podría ser el último para ellas. Reed, Woll y Akerman son el trío de bellezas asesinas, mientras que Willis interpretará a un jefe de la mafia especialista en manipular a todo el mundo y Whitaker a un asesino psicópata. Catch .44 Entre la bala y la pared
Critica:
Tarantino ha hecho mucho daño al mundo del cine. No tanto por su filmografía (que para todos los gustos hay) sino porque en la cumbre de su talento demostró que se podían hacer grandes películas con poca cosa. Desde entonces hay mucho paquete suelto por ahí que se piensa que pensando cuatro diálogos rápidos llenos de palabrotas, una historia de mafiosos llena de frikies, actores conocidos que no estén pasando por su mejor momento y un montaje que trocee las escenas desordenándolos ya tiene algo del nivel de “Pulp Fiction”.
Pues no. En esta ocasión el aprendiz de Tarantino se llama Aaron Harvey y debuta como director con esta película. Te podías haber quedado en Wisconsin, macho (o de donde seas) porque Menudo truño has plantado. Nivel de truño: cómo será la cosa que Ramón Langa se negó a poner su voz a Bruce Willis. Una historia absurda, unos protagonistas ridículos y un desarrollo a medio camino entre la paranoia y la ciencia-ficción. Demasié para mí, que cada vez voy teniendo menos aguante para estas tonterías. La presencia de caras conocidas (con manifiesta desgana, como pensando ¿en qué estaría pensando cuando firmé?) no sirve de atenuante, más bien al contrario. Entre la bala y la pared
La película promete más de lo queda, y termina siendo lenta y dolorosa como una tortura. Lenta porque transcurren los minutos y no pasa nada, dolorosa porque ves desperdiciado el talento que los actores pueden demostrar y la película no les permite. La cinta pretende ser como 'Reservoir dogs' y no es más que una burda imitación, con diálogos demasiado densos, indigeribles y sin brillo. Una escuela muy difícil la de Tarantino, la alta escuela, en la que sólo se doctoran tipos como él mismo y Guy Ritchie. Lo único que merece la pena es la primera escena y la actuación de Forest Whitaker, buena en la mayor parte de la película. Me da pena y rabia ver a un Bruce Willis descafeinado dando tumbos, deambulando y subiéndose al primer tren que pasa como si no tuviera buenos proyectos entre manos. Entre la bala y la pared