Peter Bretter es un músico desconocido que ha pasado seis años de su vida idolatrando a su novia, la estrella televisiva Sarah Marshall. Es el típico chico que le guarda el bolso mientras la fotografían los paparazzi y al que ella olvida mencionar en sus discursos de agradecimiento. Pero el mundo de Peter se derrumba cuando Sarah le deja y se encuentra solo. Después de intentar, con más bien poco éxito, convertirse en un donjuán y de tener una crisis de histerismo en el trabajo, se convence de que no tener a Sarah en su vida es el equivalente a no tener vida. En un intento de aclararse las ideas, decide irse a Oahu, Hawái, donde el azar quiere enfrentarle a su peor pesadilla: su ex y su modernísimo nuevo novio británico, el roquero Aldous Snow, se hospedan en el mismo hotel de lujo.
En un mundo fantástico y en un contexto medieval varias familias, relativas a la nobleza, se disputan el poder para dominar el territorio ficticio de Poniente (Westeros) y tomar el control de los Siete Reinos desde el Trono de Hierro, lugar donde el rey ejerce el poder.
Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La presión de su controladora madre (Barbara Hershey), la rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las exigencias del severo director (Vincent Cassel) se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión mental que la incapacitan para distinguir entre realidad y ficción.
Film ambientado durante los disturbios raciales que sacudieron la ciudad de Detroit, en el estado de Michigan, en julio de 1967. Todo comenzó con una redada de la policía en un bar nocturno sin licencia, que acabó convirtiéndose en una de las revueltas civiles más violentas de los Estados Unidos. DetroitCritica:Detroit" se estrena en EEUU justo después de cumplirse 50 años de las graves revueltas raciales acaecidas en el estado de Michigan. Después de "Zero dark thirty", Kathryn Bigelow vuelve a sumergirse en una historia basada en hechos reales para sacar a la superficie la realidad social estadounidense. En esta ocasión centra el objetivo de su cámara en un problema tan amargo como casi ancestral, pero de una actualidad pavorosa: los enfrentamientos raciales entre la policía y la comunidad afroamericana. DetroitPese a no contar con nombres de primer nivel, el plantel actoral se muestra solvente en todo momento y ayuda al desarrollo argumental aportando una buena dosis de credibilidad y tensión. En cuanto al apartado técnico es de destacar una fotografía correcta e intencionadamente oscura, algunos planos incluso pueden recordarnos a "The Hurricane" de Norman Jewison. El montaje intercala imágenes de archivo, lo que ayuda a imbuirnos en el caótico ambiente callejero estadounidense de 1967, pero sin resultar estas imágenes excesivas, dosificación que logra que la película no se decante por el mero documental. Detroit
Carmen es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid. Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente. Carmen desarrolla rápidamente una complicidad con Lola, y ambas tratarán de llevar hacia delante su romance, a pesar de los inconvenientes y discriminaciones sociales a las que tienen que verse sometidas por su familia.
Ha llegado el gran momento del año: la época de las bodas. Una oscura y al mismo tiempo adorable parte de la vida adulta. Durante un verano en el que prácticamente se celebra una boda a la semana, dos amigos del la universidad, Ben (Jack Quaid) y Alice (Maya Erskine) realizan un pacto para sobrevivir juntos a la matanza. A medida que celebran un brindis tras otro, la pareja descubre un mundo de solteros mientras buscan una distracción para pasar o el rato.
No volver a mostrar