El profesor Will Gerard (Nicolas Cage) y su mujer Laura (January Jones) llevan una vida tranquila, pero una noche Laura es víctima de una brutal agresión sexual. En el hospital, un misterioso tipo llamado Simon (Guy Pearce) se dirige a Will y se ofrece para hacer justicia y ahorrarles el suplicio de tener que pasar por un proceso judicial. Will está tan alterado que de manera irreflexiva acepta la propuesta. a partir de ese momento se verá metido en una organización justiciera clandestina. Seeking Justice Vengador anónimoCritica:Seeking Justice (o El Pacto, si se prefiere la libre traducción al español) no es ni la película del año, ni pasará a la historia como un gran thriller; pero por lo menos es un filme que se deja ver y que los 110 minutos que dura se hacen al espectador bastante amenos. Vengador anónimoLa película cuenta la historia de Will Gerard (Nicolas Cage), un profesor de Nueva Orleans felizmente casado con Laura Gerard. La tranquilidad en la vida del matrimonio se ve truncada cuando un asaltante anónimo viola a Laura a la salida de su ensayo de teatro. Cuando Will acude al hospital a ver a su mujer, conoce a un desconocido que se hace llamar Simon (Guy Pearce), un representante de una banda que le ofrece a Will un trato: ellos se encargan de acabar con quien violó a su mujer y él, a cambio, puede que les tenga que hacer algún favorcillo en el futuro. Will acepta el trato, algo que traerá tranquilidad a sus vidas, pero no por mucho tiempo… Vengador anónimoCualquier persona que haya visto dos películas de Hollywood en su vida sabe por dónde van los tiros. Y ese el principal fallo del filme: su previsibilidad. La película responde a la definición clásica de thriller y, por ello, sabemos en todo momento cómo se va a desarrollar. Es el típico thriller en el que los malos son muy malos y muy feos; y los buenos son muy buenos y muy guapos. Parece escrita por un guionista novel que no se quiere pillar los dedos en su primera película y desarrolla paso a paso todo lo que ha aprendido en sus clases de guión. Pero ojo, tampoco se puede considerar esto como una crítica tremebunda. No es fácil escribir un thriller coherente en el que se mantenga la atención del espectador, así como no es fácil narrarlo. El australiano Roger Donaldson es un director experimentado y eso se nota. La película está narrada de manera ágil y Donaldson utiliza de manera aceptable las armas que le pone a su disposición el cine: muchos movimientos de cámara, montaje paralelo, ángulos aberrantes, cambios de foco… todo ello sin salirse de las normas “establecidas”. Vengador anónimo
Novocherkask, Unión Soviética, 1962. Lyudmila es miembro del partido comunista local. Ella defiende los ideales del régimen comunista y desprecia todo tipo de disidencia. Durante una huelga laboral en una fábrica de motores, ve cómo el ejército mandado por el Gobierno dispara a los protestantes y comete una masacre. Ese suceso cambiará su visión de las cosas. Con la ciudad destruida y agitada por las revueltas, hay mucha gente herida y desaparecida. Una de las desaparecidas es la hija de Lyudmila, lo que la obligará a buscarla entre el caos.
En la primera década del nuevo milenio, con avances tecnológicos que engullen la soberanía de la compasión humana, Richard Martin compra un regalo, un nuevo robot NDR-114. El hijo más pequeño de la familia le pone de nombre Andrew. Andrew es adquirido como electrodoméstico casero programado para realizar tareas menores. A medida que Andrew empieza a experimentar emociones y pensamiento creativo, la familia Martin descubre pronto que no tienen un robot común y corriente.
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