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Utorrent | REMUX 1080p | 21.8 GB | Descargar |
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Cuando un hombre descubre que ha sido clonado ilegalmente, debe aventajar a varios asesinos y desbaratar sus experimentos secretos.
Un padre no tiene los medios para pagar el tratamiento médico de su hija. Como último recurso, se asocia con un codicioso compañero de trabajo para robar un casino. Cuando las cosas van mal, se ven obligados a secuestras un autobús de la ciudad. HeistCritica:De Niro de mafioso como que le pega más, está más habituado a dicha firme personalidad por costumbre repetitiva, aunque en este caso hay tendencia ligera a no componer al capo con la contundencia merecida; está en las últimas, lleno de lamentos y penas, intento de reconciliación con sus errores familiares que no acaba de funcionar ni cuajar, ni para él ni para la audiencia pues, aunque están todos los ingredientes que cuentan, su uso, profundidad y revelado manejo, en su supuesta situación tensa, se queda en un abanico de claras intenciones que no osan ir más allá de ese consumo tenue y acomodado cuyo efecto no inquieta, no altera, no crea misterio sobre su evolución ni tira de la cuerda lo suficiente para que, el casino flotante y todos sus tejemanejes, te atrapen con adoración convincente. BusY es que “yo estoy al cargo”, pero no es rotunda la impresión recibida, por mucho que insista con esas frases prototipo, de categoría veterana para el género que trata; “nunca dejes que nadie te robe a ti, es señal de debilidad, agujero en las cañerías por donde tus enemigos tratarán de colarse”, que suena a lección vieja conocida, de amenaza neutra, teniendo en cuenta qué ilustre afirma dichas sentencias. El guión peca de tocar muchas teclas, sin confirmación ni decisiva parada en ninguna de ellas; que si “robar a Pope es un suicidio”, que si “quien dijo que el amor no se puede comprar no tenía suficiente dinero” -¡que manera de vapulear a los beattles!-, que si un socio de negocios turbulentos que ejecuta las palizas, que si cuestionamos el funcionamiento financiero de la sanidad y sus políticas, que si el héroe en duda toma vestigios de un Denzel Washington más glorioso de otra época, que si su compañero -de errónea aventura- llega para fingida pose de escasez realizada, que si por momentos recuerda a la mítica Speed pero sin su talento e inteligencia, con un formato humanitario de fondo que no coagula ni emociona ni se solidifica como debiera, más esa resolución altruista, de fondo bonachón, gracias a una poli que razona y juzga propiamente pasando de las órdenes del jefe ya que, el malo es un bueno en difíciles circunstancias, ¡hay que comprenderlo! que, con todo, no convence, únicamente remata lo que era un mirar sin sentir ni apenar, menos revolucionar al vidente, cuyo deducción cede y abandona pues no hay materia, no vale la pena. Bus
Apodado en honor a un espíritu devorador de humanos, el despiadado líder de un equipo de operaciones encubiertas en el extranjero emprende una peligrosa misión en una ciudad plagada de espías....Yaksha: Operaciones despiadadasCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Yaksha: Operaciones despiadadas
Tres ladrones se hacen con el yate de lujo de una mujer fiestera, quién lucha por sobrevivir después de los hechos.... The Yacht: La pasajeraCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... The Yacht: La pasajera
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