Un día de verano, Kosuke y sus amigos deciden explorar un edificio que será demolido. Pero la aventura resulta ser más extraña de lo que pensaban: mágicamente, aparecen en medio del océano.
Poppy, de 16 años, tiene todo lo que las tarjetas de crédito ilimitadas pueden comprar, además de una actitud realmente insoportable. Después de una travesura bastante grave, su padre, desesperado, la envía a un internado en Inglaterra. Ahí, Poppy se enfrenta a su destino, encarnado este en la figura de una estricta directora y un salón lleno de niñas que no tolerarán su egoísmo.
En Jerusalén, un joven centurión romano recibe, por parte de Poncio Pilato, prefecto de Judea, la misión de investigar la misteriosa desaparición del cuerpo de un predicador nazareno crucificado hace tres días, y los crecientes rumores sobre su resurrección. Risen CristoCritica:Durante la proyección me viene a la memoria un remoto poema de Manuel Machado titulado Castilla (‘El ciego sol se estrella / en las duras aristas de las armas…’). Y me pregunto: ¿para qué y para quién hacer, a día de hoy, una película religiosa a la vieja usanza? ¿Tendrá público, habrá mercado, alguien podrá sentir el más mínimo interés por una narración mil veces vista y mil veces ensalzada o pisoteada durante las últimas décadas? ¿Tiene algún sentido volver sobre lo ya sabido sin que quede claro si estamos ante una hagiografía o un relato de aventuras o el empeño ciego de un obstinado cineasta? Yo no sé responder a estas preguntas, sólo puedo describir lo que he visto, sentido y pensado de esta cinta. CristoQuizás lo más destacable sea el punto de vista elegido: como si de una obra policiaca se tratase, le encargan a un centurión romano encontrar el cuerpo desaparecido del nazareno, ya que Poncio Pilato teme que este hecho pueda provocar revueltas judías y disturbar la precaria paz palestina del momento. Y vemos todo el desarrollo desde los ojos de este militar ambicioso y eficiente que anhela la paz y el sosiego de un retiro en el campo, merecido pago por su ardor guerrero y por su eficacia en las batallas entabladas. A través de su mirada vemos desfilar la crónica del inicio del cristianismo, desde su firme escepticismo inicial (un buen romano es politeísta por naturaleza) hasta su reticente despertar espiritual del último tercio. CristoEl resto es predecible y parece destinado al consumo masivo por aquellos fervorosos creyentes de Norteamérica conocidos como el cinturón de la biblia, o bien servir de adecuado relleno televisivo a la programación de semana santa de cualquier país mínimamente cristiano. Es innegable que el tono policiaco proporciona un ritmo nuevo y un agradable dinamismo al relato, que la recreación histórica es meritoria, que la estética resulta convincente sin ser cursi o empalagosa, es decir, en general es bastante entretenida pese a la nula sorpresa del meollo central de la historia. No parece tanto un apolillado martirologio al uso como un interesante intento por renovar y actualizar algo que parecía perdido para el gran público, manteniendo lo esencial sin recurrir a los tópicos más estomagantes. Cristo
No volver a mostrar