Kansas, 1880. El ranchero Clay Travis ve cómo su apacible vida en familia se desmorona en un abrir y cerrar de ojos: su hijo muere trágicamente y su hija desaparece. Decidido a encontrar y traer de vuelta a su hija y a proteger lo que queda de su familia, Clay se ve obligado a revivir sus días de pistolero y emprender el camino hacia Dodge City, donde corren rumores de la existencia de un burdel cuyo propietario secuestra a mujeres jóvenes para ofrecérselas a sus clientes. En su camino, Clay une fuerzas con un misterioso aliado y, juntos, no dudarán en apretar el gatillo para acabar con su enemigo común.
Atormentado por un oscuro secreto, un pistolero abandona su vida de asesinatos y regresa a casa, cuando se entera que su madre murió. Él se ve obligado a confrontar a su padre distante y la vida que dejó atrás. Pero una pandilla local está aterrorizando la ciudad y John Henry es el único que puede detenerlos... La primera película de Jon Cassar se adhiere escrupulosamente a todas las reglas del género, lo que significa que la historia es totalmente predecible en lo dramático, pero también ofrece algunos de los placeres formales más elementales. casaCritica:A mi particularmente me encanta el western y este tipo de historias en particular. Que si, que ya sabe uno como va a acabar, que si, que el tipo va a volver a por sus armas y liarla, pero yo me pregunto...¿qué más da?Yo cuando veo una película, no trato de buscar algo original y no visto, por esa regla de tres ya no habrían películas porque se habría visto ya de todo. Yo el cine lo concibo como parte de mi ocio, de mi entretenimiento puro y duro y punto pelota. Algunos se centran tanto en estudiar y criticar todo aquello que entra por sus retinas, que al final no disfrutas de lo que estás viendo. Preocupado comparando esta película, o el argumento o las actuaciones, con otras vistas anteriormente. Por favor, que no os pagan por ello. Disfrutad, disfrutad y dejad de comparar. casaSiento una debilidad por ver a los Sutherland en pantalla, evidentemente por mi edad, he estado más cerca en un principio de la carrera de Kiefer, que de Donald, aunque hoy día diría sin temor que los tengo a la par. Y me encantan los dos. Es curioso como Kiefer comenzó haciendo papeles de cabroncete mezclado con cabronazo y hoy día no lo encajo en ese tipo de trabajos. Ahora está más encasillado en ser un héroe y le sienta genial. Por otro lado Donald es un "mago" de la interpretación. Y allá donde vaya, lo redondea. Si unimos a estos dos, tenemos un material como mínimo más que interesante. casaForsaken en síntesis nos cuenta la historia de un hijo pródigo, que no se marchó de casa precisamente con un gran caudal de dinero, sino por motivos de la guerra y cuando esta terminó, se vio envuelto en esa vida violenta que les esperaba a muchos de los que volvieron de ella. Matones a sueldo, pistoleros, o simplemente por el hecho de hacerse un nombre, ya estabas siempre metidos en un ir y venir de balas. Así que al regreso a su casa, tendrá que vérselas con su padre, un reverendo que no ha perdonado del todo a su hijo y su conducta pasada. Pero no todo será sencillamente esto, allí encuentra a un hombre de negocios, que por medio de sus hombres, extorsiona a los granjeros para que vendan sus granjas bajo amenaza de muerte y entre medias se encontrará con el amor de su vida. Con estos ingredientes, tendremos la base necesaria para disfrutar de un buen western de nuestra época. casa
Colt (Chad Michael Collins), un cazador de hombreslobo del lejano oeste, se despierta de su tumba sin motivo aparente y descubre que la banda de estos seres que mató a su mujer sigue campando a sus anchas por el pueblo de High Moon. Ayudado por una viuda (Chelsea Edmundson), un sheriff escéptico (Matthew Thompkins) y por un alcalde corrupto (Sean Patrick Flanery), Colt debe hace todo lo posible para evitar que su pueblo vuelva a ser destruido....High MoonCriticA: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....High Moon
Bass Reeves fue el primer marshal negro de los Estados Unidos al oeste del río Mississippi. Trabajó principalmente en Arkansas y en el territorio de Oklahoma. Durante su carrera acreditó el arresto de más de 3.000 criminales, además de disparar y matar a 14 forajidos en defensa propia. Historia basada en hechos reales.
Una epidemia de malaria se cierne sobre los indios. Un joven doctor del ejército decide ayudarlos, pero es devuelto al campamento por un comandante.
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